
Lewis & Clark es uno de esos juegos complicados a la hora de entender el reglamento, pero fáciles de jugar.
Nuevamente gracias a nuestro amigo Julio (que ya ha salido a colación en alguna que otra entrada), pudimos vislumbrar las reglas de este juego en un espacio no muy dilatado de tiempo, cosa que se agradece bastante, entre otras cosas porque el manual no estaba en castellano.
Comenzó con una explicación por encima de quién eran Lewis & Clark, que básicamente eran un par de exploradores estadounidenses que cruzaron por primera vez norteamérica de este a oeste allá por los principios del siglo XIX (o lo que es lo mismo, sobre el 1800, que a veces nos liamos con eso de los siglos).
Una vez situados en contexto (cosa que a mis peques les gusta mucho) comenzamos a mirar el mapa, los meeples (con forma de vaquero y de indio) y las distintas cartas y fichas que conforman el juego. Todo está muy cuidado y la verdad es que a todos nos encantaron.
Como anteriormente dije, una vez que se entienden las normas, el juego no es muy complicado, y aunque en las primeras manos presupones que vas a finalizar la partida en un momento, al final te das cuenta de que no hay manera de llegar al final de forma sencilla, porque establece una regla de avance – retroceso que hace que des “un pasito p’alante y dos pasitos p’tras”.

Por falta de tiempo no pudimos terminar la partida, pero todos nos quedamos con ganas de volver a jugar y ver cuánto nos costaba llegar a la meta, porque aquello era un auténtico despropósito con tanto retroceso!
A mis peques, como ya he comentado, les encantó la presentación del juego, con los meeples muy curiosos y un colorido sorprendentemente bonito, tanto en el tablero como en las cartas que lo forman.
Lewis & Clark, un muy buen título para un juego sencillo de jugar y con mucha profundidad para estrategias más complejas.