
Aprovechando que el peque de la casa se nos había quedado dormido y que mi hija tenía ganas de jugar una partida a algo, recordé que hace mucho tiempo que no jugábamos a uno de mis juegos preferidos: el Agrícola. Y os preguntaréis “¿si tanto te gusta por qué no jugáis más?” Básicamente por la duración de las partidas y el poco tiempo del que disponemos por las tardes. ¡Tanta maderita! ¡Tanto colorido! ¡Pero qué me gusta a mí!
Muchas personas se asombran e incluso creo que llegan a dudar de que mis peques puedan jugar a semejante juego de mesa con coherencia y sin aburrirse, pero es cierto que lo hacen. El problema que suelo tener con ellos es el hecho de que en este tipo de juegos siempre se pelean por quién realiza la fase de reposición de elementos, y con la duración que tiene el agrícola es imposible decirles: “en la primera partida tú y en la siguiente tu hermana”, porque casi nunca podemos jugar dos partidas seguidas.

Como podéis apreciar en las fotografías que tomé durante la partida, jugamos el modo familiar, porque es cierto que con las cartas de adquisición menor se me lían un poco, en parte porque yo también me lío un mucho y creo que no soy capaz de explicar su uso de forma correcta. Aunque creo que hace mucho que no pruebo y podría intentarlo de nuevo en breve, entre otras cosas porque mi hija está deseando jugar con ellas.
Mientras jugábamos la partida, decidí saca una foto a cada uno de nuestros tableros tras cada una de las cosechas para así ver en qué punto comenzamos a diferenciarnos una de otra en la granja, y me ha sorprendido mucho comprobar que al principio mi hija llevaba su granja mucho, pero mucho mejor que yo. Ella jugaba con color azul, y yo con color blanco.




Hasta después de la segunda cosecha, en la que comenzó a poder ampliarse la familia, no comencé a acelerar yo y no solo desarrollé mi granja tanto como la de mi peque, sino que llegué a superarla. ¿Por qué? Pues porque yo comencé a ampliar mi familia, lo que me daba movimientos extras en cada turno, llegando a tener 4 integrantes, y ella no vio el momento para ampliar su familia y acabó su partida con solo dos miembros. Estuvimos hablando del tema después del juego, y me dijo que no veía la forma de conseguir comida suficiente para alimentar a más miembros en su familia, y odiaba que le diesen cartas de mendicidad, tal y como le pasó la última vez que jugamos. Conclusión: el exceso de precaución no suele llevar a una victoria y a veces hay que arriesgar un poco. Bueno, se quedó un poco pensativa con el tema y ya os contaré qué tal nos va en la siguiente partida.

La verdad es que en el recuento total de puntos le saqué mucho ventaja (desde mi punto de vista 11 puntos son bastantes en este juego), pero si comparamos con partidas anteriores, cada vez se va reduciendo más esta diferencia porque ella va intentando estrategias nuevas que le van dando mejores resultados a cada partida que jugamos.
Pensándolo bien, ¡lo mismo no vuelvo a jugar con ella más al agrícola y así quedo como suprema ganadora del juego en casa! ¡Qué mala, pero qué mala soy!
Por cierto, que he encontrado por Internet unas personalizaciones para el juego que me han dejado con la boca abierta, tanto para los meeples de los integrantes de las familias como para los animales y los vegetales. Os dejo aquí alguna que otra foto que he podido copiar para que les echéis un vistazo. ¡Auténticos genios del trabajo manual y la imaginación!

¿Qué nos contáis vosotros sobre el Agrícola? ¿Os gusta el juego? ¿Con quién soléis jugarlo?
Dejadnos vuestra experiencia!
El juego es de primera clase.
Es un poco complicado para los principiantes, pero después de uno o dos juegos se entiende bien y se puede ver la estrategia.
Un inconveniente del juego es que lleva demasiado tiempo jugarlo, y que necesita desesperadamente una buena caja para clasificar los recursos y Animeeples, de lo contrario, es bastante tedioso para ordenar todo.
Nosotros compramos una especie de caja para tornillos y lo tenemos todo muy bien ordenadito. Aun asi, reconozco que la reposicion de los recursos a principio del turno es algo tediosa.
A pesar de todo, es un juego que en casa nos encanta!