
Pues seguimos probando cuando tenemos tiempo los juegos que compramos en el mercadillo de juegos de mesa, y por fin le tocaba el turno a Locomotive Werks. Al ser un juego con un mínimo de tres jugadores tuvimos que esperar a que el más pequeño de mis peques estuviese en unas condiciones mentales y físicas propicias para poder jugar una partida… No, no estoy exagerando, pero la verdad es que después de estar toda la mañana para arriba y para abajo en el campus de verano, al más peque por la tarde como le metas un juego un poco largo se le cruza el cable y al final tienes que comenzar a pelearte con él, bien para que deje la partida bien para que deje de hacer el cafre, y hagas lo que hagas, siempre acaba mosqueado.
Como nunca habíamos jugado al Locomotive Werks, e igual que a cualquier juego que aún no conocemos, la primera partida suele hacerse bastante larga, porque por un lado tengo que poner en pié las instrucciones (que yo soy bastante durilla para entenderlas) y por otro lado siempre se cometen fallos a lo largo de la partida que hay que ir rectificando. Además, en este juego me fue bastante complicado entender las instrucciones, ya que aunque la mecánica es sencilla, hay un montón de gestión de tablero que hasta que no le pillé el tranquillo se me hizo difícil. También está la particularidad de que no hay demasiada información de este juego en castellano… ni en castellano ni en ningún otro idioma, no hay mucha información del juego en la red, y yo me baso mucho en los vídeos de YouTube al menos para la preparación de la partida.

Bueno, pues una vez que se conjuntaron todos los astros y encontramos el momento propicio para la partida, comencé a contarle la historia del juego a mis peques: “en Locomotive Werks somos empresarios constructores de locomotoras que tienen que ir adaptándose a la demanda existente en el mercado y a la evolución de las tecnologías para conseguir cada vez más dinero a base de construir máquinas de tren. El objetivo del juego es tener 300 monedas en tu poder al final de la última fase del turno en curso. “. Toma ya que parrafón les solté!
Los trenes es un tema que suele apasionar a los más peques, y el tema de las fábricas ni te cuento, así es que no me costó mucho convencer a los enanos de que jugásemos una partida. Una vez que pusimos en marcha la partida (que como os he dicho me costó un poco), comenzamos la gestión de las tecnologías. En uno de mis primeros turnos tomé una decisión poco acertada (mala, pero mala malísima!) de la que ya jamás me conseguí recuperar; y precisamente es uno de los “fallos” que le encuentro a este juego: si se toma una mala decisión en alguno de los turnos, el resto de la partida te quedas rezagado y pagas las consecuencias de saber, a ciencia cierta, que no vas a conseguir ganar lo hagas como lo hagas. Por fortuna me pasó a mí y no a uno de mis peques, porque si no el juego hubiese acabado en desastre: “no me gusta!”, “es muy aburrido!”, “no consigo hacer nada!”, “‘¡¡ no es justo!!”…..

En los primeros turnos se consigue muy poco dinero en cada una de las transacciones que se realizan, y mi peque comentaba que así era imposible conseguir la cantidad de dinero requerida para ganar la partida, que nunca podríamos terminar la partida… “¡paciencia, criatura, paciencia!”. Cuando mi hija consiguió desarrollar una de las seis últimas tecnologías en maquinaria de tren, cogió carrerilla la moza y ya no hubo forma de alcanzarla! Fue tremendo! En cuestión de cinco turnos ganó la partida con una soltura increíble! Y eso que mi hijo tardó poquito más en conseguir esa misma tecnología, pero ya no pudo competir con ella.
El juego en conjunto me gustó bastante, pero creo que la experiencia de jugarlo cambiaría radicalmente si se juega con peques que con adultos. Podéis pensar que esto ocurre en todos los juegos, y no sin razón, pero en este caso creo que con mucho más motivo, ya que el Locomotive Werks necesita una gestión de los componentes del tablero en cada una de las transacciones que se realizan por los jugadores en cada uno de los turnos bastante significativas. Si cada uno de mis peques llevase a cabo esa gestión, a mí no me resultaría tan caótico el estar pendiente de lo que van haciendo cada uno de ellos y realizar la consecuente gestión del tablero. Además, como existe también una gestión económica (el beneficio de la venta de cada uno de los tipos de locomotora que vendes y las actualizaciones en la capacidad de producción de cada una de las fábricas), eso también recayó sobre mí con las transacciones realizadas por el menor de mis peques. Vamos, que acabé un poco harta de tanto cálculo matemático, tanta vuelta de dado y tanta producción! Se me está ocurriendo ahora mismo que quizás, para próximas partidas, les voy a dar a cada uno de ellos una calculadora y así aprovecho la coyuntura para enseñarles a utilizarla… mmmmm! Tendré que plantearme esta idea porque no la veo nada mal!!

Resumiendo: Locomotive Werks es un juego para estrujarse la sesera, sin distracciones, y preferiblemente con gente con capacidad de realizar cálculos matemáticos, mentalmente o con el uso de una calculadora. Como hay un mínimo de tres jugadores, no apto para parejitas jugonas en solitario.
¿Conocíais este juego? ¿Lo habéis jugado con peques o con mayores? ¿Qué tal os ha parecido? Contadnos vuestra experiencia!
Fotografías de Locomotive Werks
Hay muy pocas foticos por la red de este juego… dejad las vuestras!!
1 comentario en «Locomotive Werks. 3 jugadores. 7 y 10 años.»