
Después de haber jugado a Pequeños Grandes Reinos y ver la genial acogida que tuvo en mi casa, cuando vi que habían sacado otros tipos de juegos con el mismo formato, en cuanto tuve a mi alcance Pequeñas Grandes Galaxias no dudé en probarlo.
En Pequeñas Grandes Galaxias somos los habitantes de una galaxia colorín (roja, verde, amarilla, etc.) que han decidido comenzar la conquista espacial, colonizando otros planetas existentes. El problema es que todas las galaxias se han puesto de acuerdo para realizar esta conquista… y, como en todo, existe un límite de planetas conocidos no muy elevado: 5 planetas. Y ahí está la madre del cordero: pocos lugares codiciados por mucha gente.

Como siempre pasa en estos casos, en las primeras partidas hubo un poco de pique (por no decir mucho) entre los peques, acompañado, como no, de quejas y más quejas del tipo “estáis todos compinchados contra mí”, ” no me dejáis hacer nada”, “siempre me quitáis los que yo cojo”, etc. Quejas que finalizaron en cuanto amenacé con no volver a jugar con ellos nunca más, porque “si no jugamos para divertirnos, mejor no jugar!”. Tras un enfurruñamiento pasajero (y dos o tres partidas), le empezaron a coger el gusto al juego, y ya los robos planetarios se los tomaban un poco a broma.

La puesta en escena es muy sencilla, al igual que en el resto de juegos de la serie. Se coloca el tablero de acciones, reparten los tableros de las galaxias y las fichas de color a cada jugador, se baraja el mazo de planetas y se muestran 5, se baraja el mazo de misiones secretas y se reparten 2 a cada jugador. Listo para jugar!!

La mecánica del juego está basada en realizar acciones por turnos. Las misiones que pueden llevarse a cabo dependen de los valores que cada jugador saque en su tirada de dados. Cada una de las caras de los dados describe una acción que se puede realizar. Además, cada galaxia (o jugador) tiene un indicador que describe el número de dados que el jugador puede utilizar en su turno. También a través de las acciones de los dados, se puede ir orbitando alrededor de los planetas, y el jugador que primero termine la órbita de un planeta es el que gana dicho planeta y su puntuación. El final de la partida sucede cuando un jugador consigue 21 puntos entre los planetas que posee y la puntuación de su galaxia. Al principio de la partida 21 puntos puede parecer un valor muy elevado, pero os garantizo que a medida que avanza se van consiguiendo puntos de forma exponencial.

El aspecto visual muy conseguido. Los tableros personales de galaxia me han encantado. Hay mucha información en muy poco espacio, pero todo está muy muy claro y además queda sitio para el arte. Las cartas de planetas bonitas, pero muy serias. Hubiese sido divertido algún alienígena o alguna construcción en la superficie de los planetas… pero bueno, cierto es que el aspecto general es que es un juego serio, y mi idea hubiese resultado un poco… un mucho… no tan seria!

¿Conocéis esa sensación de “como juegue otra partida me da un algo!”? Pues eso es lo que me pasó con este juego y mi peque. Le encantó, y mira que no ganaba ninguna partida el pobre mío, pero no le importaba, solo quería jugar otra y jugar otra. Cierto es que las partidas no son demasiado largas, pero como pasa con las comidas, cogí un empacho de juego.
Lo mejor de Pequeñas Grandes Galaxias para mí es el formato. Me encantan los juegos de la saga “Pequeños Grandes…” porque son muy pequeños e ideales para los viajes. Además del poco espacio que necesitan para ser jugados. También es reseñable que cuidan mucho los detalles de todos los componentes, por muy poco espacio que ocupen.

Lo peor de Pequeñas Grandes Galaxias es la poca estabilidad de los componentes, cosa que también comparte con sus compañeros de saga. No es que tengan poca estabilidad, a ver si me explico, es que como son tan pequeños, como algún despistado (léase alguno de mis peques, o mis gatos, o el maridín… o cualquiera que pase por allí!) le dé un golpe a la mesa o a la superficie de juego sin querer… todos los marcadores se van a tomar… viento fresco y adiós a la partida! Este punto creo que es difícil de mejorar, ya que el problema es el tamaño, que como he señalado también lo veo su punto fuerte, pero me da mucho coraje cuando pasa, y os aseguro que me ha pasado y no una ni dos veces… ni tres…
¿Qué nos contáis sobre juegos de galaxias? ¿Habéis probado este o algún otro Pequeño que os haya gustado?Compartid vuestra experiencia con nosotros!