
Seguramente estaréis pensando que con los dos peques jugones que tengo en casa, ¿cómo es que me he puesto a hacer una campaña en solitario de Los Colonos del Imperio? Pues yo tampoco me lo explico, pero estos dos llevan una temporada un poco apáticos con los juegos de mesa y solo piensan en jugar a la PS o el ordenador cuando estamos en casa… Poco a poco los estoy desenganchando, pero me está costando sangre, sudor y lágrimas (vale, soy un poco exagenrada, sangre no, pero lo demás si).
Por eso, el otro día, dado el fracaso estrepitoso que sufrí al proponer jugar una partida a cualquiera de los juegos de mesa que tenemos en casa (que no son pocos), y tras varias confrontaciones del tipo “si tu quieres jugar al agrícola yo quiero jugar al strike” o “A mí me encanta jugar al Valdora, pero es que ahora mismo no me apetece…”, decidí pasar de ellos y jugar una partida yo sola a algún juego.
El problema de los juegos en solitario que había probado hasta el momento es que el objetivo de los mismos es la autosuperación, es decir, juegas una partida y en la siguiente, intentas batir tu propia puntuación. Personalmente este tipo de reto me aburre un poco tirando a bastante. Es uno de los modos de juego que trae Los Colonos del Imperio, y lo había probado con anterioridad, pero no me daban ganas de repetir la partida a ver si yo era mejor que yo misma…

Casualmente, navegando por Internet encontré algo que me llamó mucho la atención: un modo campaña para el juego de Los Colonos del Imperio. Me bajé las instrucciones, que están mayormente basadas en el modo en solitario que trae el juego, pero que añade incentivos para las partidas siguientes, cuyo desarrollo se verá modificado por las decisiones que hayas tomado a raíz de la puntuación obtenida en las partidas anteriores y el uso que hayamos realizado de la misma.
La campaña se basa en que nuestra civilización es una civilización que lucha por la conquista de territorios contra otra civilización. Cada partida que ganemos, nos anexaremos una provincia que nos dará una serie de beneficios y nos impondrá un coste de mantenimiento. Si perdemos una partida, perderemos una de nuestras provincias y nos penalizarán el coste de mantenimiento del resto. Mientras consigamos pagar el coste de mantenimiento de todas las provincias que tengamos en nuestro imperio, la campaña continúa.
Además, al principio de cada partida, hay que generar un evento aleatorio que traerá riqueza o perdición a nuestra civilización durante esa partida. La última que he jugado me ha quitado 20 Puntos de victoria al final de la partida porque no me he acordado de pagar las tres monedas de oro que me pedían…
Eso sí, para jugar una buena campaña no se pueden hacer fullerías. Es muy sencillo “trucar” la partida para conseguir una victoria, pero eso no tiene gracia ninguna, ya que estamos jugando con nosotros mismos y por lo tanto, también nos estamos engañando a nosotros. Triste, pero la tentación a veces es muy muy grande.
Bueno, pues a día de hoy, mi imperio cuenta con 5 provincias que me generan tres materias primas al principio de cada turno, con un coste de mantenimiento de 2 maderas y 1 comida tras cada turno y 20 puntos de victoria de coste al final de la partida. Una ruina!! Creo que ya me queda poco para el fracaso absoluto… a ver a cuánto llego.
Ahora mismo estoy jugando con los egipcios y mi civilización rival son los bárbaros. Me he encontrado con el problema de que los egipcios generan pocos recursos de madera y piedra al principio de la partida, por lo que da unos cuantos quebraderos de cabeza hasta que consigues echar a andar el tema. La puntuación máxima que he conseguido en una partida (antes de pagar el coste de las provincias) es de 40 puntos, y la más baja unos tristes 26 puntos (que se quedaron en 1 punto tras pagar todas las penalizaciones que acumulé)… La duración de las partidas no suele superar los 30 minutos, ya que si no sois propensos a la AP, todas las dudas se resuelven sobre la marcha y la partida es muy fluida.
A ver, una de las ventajas que le encuentro a los juegos de mesa es que las personas que están en la partida se relacionan entre ellas. Eso se pierde en las partidas en solitario. Pero cuando no hay más remedio… pues es lo que hay!
¿Vosotros habéis probado algún juego en solitario? ¿Os gusta?
Ánimo! En desenganchar a los críos de las pantallas estamos tidis. Los juegos de mesa sin una magnífica herramienta pero supongo que lleva su tiempo, y todo no van a ser aciertos. En mi caso el solitario más eecuente (que en algún momento enseñaré a jugar a mi hijo, 9 años) es el TERRAFORMING MARS. Tanto en solitario como cm críos recomiendo Lewis&Clark, que ahora no recuerdo si lo has reseñado.
Al Lewis & Clark jugamos hace unos dos años, y creo que mi peque era demasiado peque todavía para el tema de estrategia… Ahora que me lo has recordado, lo mismo le damos alguna otra tarde!! Aquí está el enlace de la entrada: Lewis & Clark
Hola. Estoy probando ese modo campaña y tengo una duda. Dentro de una campaña, de una partida a otra,¿barajas y vuelves a utilizar todo el mazo de cartas comunes y se facción?, ¿o las apartas y la siguiente partida juegas con las que quedan?.
Yo vuelvo a barajar todas las cartas y empiezo la partida con los mazos completos desde cero.
Las primeras son sencillas y puedes llegar a pensar que es demasiado fácil, pero a medida que avanzas, te darás cuenta que el mantenimiento de los territorios adjuntos pasa factura…