
Los que ya me conocéis sabéis cómo me gustan los juegos relacionados con meeples de formas variadas, y para los que no os lo cuento: ¡me encantan! Entonces ya os imaginaréis porqué adquirí el Reykholt: ¡esos meeples de verduritas coloridas y variadas son adorables!
También influye el hecho de que mi peque y yo ganamos una competición llamada JamToday y nos dieron un jugoso premio para gastar en juegos de mesa…
Fuera de lo que es el juego en sí, Reykholt es una pequeña población del oeste de Islandia de unos cientos de habitantes. Por lo que más se lo conoce es por ser ser el lugar de nacimiento del autor más conocido de Islandia, Snorri Sturluson (1206 – 1241). Pero este paraje encantador también cuenta con el mayor manantial de Europa de aguas termales, el Deildartunguhver, con temperaturas próximas a los 100º y un volumen de unos 180 litros por segundo, ya que se asienta en las faldas del volcán más conocido de Islandia, el Hekla, que aún está activo.
Todas estas características hacen que la población esté plagada de viveros que utilizan la energía geotérmica de la tierra para poder cultivar todo tipo de productos que en esta región serían impensables sin esta característica.
Ambientación
En Reykholt encarnamos a un agricultor que se dedica al cultivo de vegetales en invernaderos. Una atracción impresionante para todos los turistas que acuden a la isla en el corto periodo de verano en el que los extranjeros se atreven a visitar la isla. Por supuesto, no estamos solos, sino que hay algunos competidores que también lucharán por hacerse un renombre dentro del cultivo de vegetales en invernaderos y llamar la atención de todos los turistas.
El agricultor que mejor se organice para tener el mejor equipo de trabajadores y las mejores verduras en los momentos adecuados, será el ganador de la partida.
Componentes
Modos de juego

Me ha parecido muy muy correcto dedicar un apartado de este artículo a los modos de juego que trae este Reykholt, porque hay alguno que se sale de lo habitual.
Por un lado nos encontramos el modo multijugador, de 2 a 4 jugadores, en el que el número de acciones a realizar dependen del número de jugadores, existiendo dos tableros distintos, uno para 2 jugadores y el otro para 3 o 4. Además, para tres jugadores hay un precioso cartoncito que se pone sobre el tablero de la cara 3 o 4 jugadores para reducir el número de acciones cuando se juega solo a tres jugadores. En este modo de juego la estrategia a seguir es fundamental, e incluso conveniente en ocasiones no avanzar todas las posiciones que se podrían realizar para conseguir quedar por delante del jugador más avanzado en la última ronda. Mucha mucha visión de futuro puede ser utilizada en este modo de juego.
A continuación tenemos el modo solitario, para un único jugador. En este caso se juega por la cara del tablero para 1 o 2 jugadores, y también se cierran algunas de las opciones para que haya menos acciones disponibles para un solo jugador. Además, a la hora de colocar los trabajadores, el sistema implica que el jugador se bloquea a sí mismo tres acciones de una ronda a otra, entorpeciéndose a sí mismo a la hora de desarrollar su estrategia. Aquí, prima la optimización de las acciones a realizar para conseguir el máximo de verduras posible. El reto es llegar a la mesa con 5 tomates como mínimo (sino es como si hubiésemos perdido la partida contra el juego), y a partir de ahí, el afán de superación que uno mismo tenga. No todos los euros ofrecen este tipo de juego, por lo que si lo intentas jugar por tu cuenta, puede que no hagas la proporción de componentes y acciones de forma correcta y el juego te parezca un poco soso en solitario; por eso es de agradecer que piensen y organicen un modo en solitario bien balanceado.
Hasta aquí normal. Son los modos de juego normales que suelen traer los euros con modo en solitario (salvo por lo de entorpecerse a uno mismo en el modo en solitario, que me parece un gran acierto y nunca lo había visto en otros juegos).

Y ahora llega lo que considero el modo “estrella” del Reykholt. Es una de las razones por las que me decidí por él, ya que he probado varios juegos con este formato (como Los Colonos del Imperio) y me han encantado: el modo historia. Para este modo, se dispone de un mazo de cartas aparte del normal, precintado aparte, y con una gran señal de Stop tanto en la parte delantera y la parte trasera del mazo con un gran aviso que pone “No abrir hasta haber jugado varias partidas”. El contenido de este mazo son las cartas necesarias para jugar el modo historia. Voy a hacer un poquito de spoiler (sin entrar mucho en detalle): en el mazo vienen 5 capítulos, cuya duración (número de rondas a jugar) y ganador (formas de puntuación) son determinadas de forma individual para cada una de las partidas. También contiene cartas de eventos, que afectarán a todos los jugadores, y más cartas especiales, que luego podrán formar parte del mazo de cartas especiales del juego. Las reglas para jugar al modo historia son similares que para el resto de modos de juego, y se puede jugar tanto en solitario como en multijugador. ¡De verdad que me encanta!
Si no habéis probado nunca este modo de jugo, intentadlo, veréis como la partida se hace mucho más entretenida.
Puesta en escena
Desplegar la partida en la mesa es toda una delicia… pero ya hablaremos del aspecto visual más adelante…
Para montar la partida al Reykholt hay que seguir los siguientes pasos:
- Coloca el tablero en la zona central de la mesa, al alcance de todos los jugadores, por la cara que se ajuste al número de jugadores que conforman la partida.
- Para seleccionar las cartas de invernadero, elimina de la partida aquellas que excedan el número de jugadores que seáis. Ordenadlas en montones separados según el número de parcelas indicadas en su parte posterior y colócalas en montones separados bocarriba cerca del tablero. Los invernaderos que en su reverso tengan una interrogación en vez de un número, se colocan en otro montón separado bocabajo.
- Ahora, escoged un set de cartas de servicio (todas las de la misma letra: A, B, C, D ó E) para usar durante la partida. Barajadlo, escoged 5 de forma aleatoria y colocadlas bocarriba cerca el tablero principal, al alcance de todos los jugadores. El resto se eliminan de la partida. Para partidas de un jugador, se colocan solo 3 cartas de servicio.
Reykholt. Partida montada para dos jugadores - Ordenad las losetas de turno de menor a mayor y colocadlas apiladas en la parte de la cabecera del tablero.
- Y ahora viene lo mejor…. coged esas cajitas de cartón tan monas que vienen con el juego, y colocad las verduras correspondientes en el interior de cada una de ellas (hay una imagen en el lateral de cada caja que te dice a qué verdura se corresponde cada una de ellas).
- Prepara una pila de vegetales con 1 seta, encima 1 lechuga y en la parte superior 1 tomate, y colócala en la última de las cartas de servicio.
- Cada jugador elige un color y toma los elementos de ese color: 3 trabajadores, una botella (a la que el juego llama “el encargado”, no sé si será porque le da a la bebida…) y la carta de jugador de su color. En el modo solitario, el jugador toma, además, tres trabajadores de cualquier otro color que no se estén utilizando.
- Solo para el modo en solitario: el jugador bloqueará las casillas de las esquinas del tablero (las que tienen una bandera) con fichas de jugador de otros colores diferentes a los dos que se ha elegido. Estas casillas no se podrán utilizar durante toda la partida.
- Comienza el juego la persona que haya comprado tomates hace menos tiempo (ahí llevo yo ventaja, que soy la que hago las compras en casa). Comenzando por el jugador inicial, y en el sentido de las agujas del reloj, cada jugador coloca su botella al inicio de las mesas del tablero, comenzando por el jugador inicial, y siguiendo en sentido de las agujas del reloj.
Personas agricultoras: ¡que comiencen los cultivos y que gane el mejor “abonador”!
Mecánica del juego
En esta sección describiremos el modo de juego multijugador. Para conocer el resto de modos de juego disponibles, podéis ver alguno de los vídeos de cómo se juega disponibles más abajo.
Una partida al Reykholt se divide en 7 rondas, cada una de las cuales consta de 4 fases, a cual más sencilla.
Fase de trabajadores.

Comenzando por el jugador inicial y siguiendo el sentido de las agujas del reloj, cada jugador coge uno de sus trabajadores, lo coloca en una casilla vacía del tablero central de la cual pueda hacer una de las acciones que se describen en ella, y ejecuta la acción o acciones descritas. El siguiente jugador hace lo mismo y así hasta que todos los jugadores hayan colocado sus tres trabajadores y realizado sus acciones.
Es un requisito básico que puedas ejecutar la acción. Por ejemplo, si la acción dice “siembra al menos dos invernaderos”, no podrás colocarte si no tienes al menos dos invernaderos vacíos.
Las acciones se encuentran divididas en cuatro columnas: propiedades, campos, mercado y ciudad. Algunas de ellas tienen un icono de bandera colocado cerca de su descripción. Cada jugador solo podrá realizar una acción con bandera de cada columna por ronda.
La acción de siembra permite colocar una verdura que ya tengas en tu poder sobre uno de tus invernaderos vacíos que permitan esa verdura, y rellenar el resto de espacios del invernadero con elementos iguales al sembrado de la reserva general.
La acción de cosechar permite coger una verdura de un invernadero anteriormente sembrado y ponerla en tu reserva de verduras. Si se hacen dos acciones de cosecha, no se pueden hacer sobre el mismo invernadero a no ser que se especifique lo contrario.
Si tienes que descartarte de un invernadero, éste es devuelto a su pila de invernaderos, y cualquier verdura que estuviese sobre él, vuelve a su cajita de la reserva. ¡Lo perdiste!
Fase de cosecha

De cada uno de los invernaderos sembrados, cada jugador recoge una unidad del elemento sembrado y lo pone en su reserva personal.
Fase de turistas
Y aquí llega la chicha del juego…
Comenzando por el jugador cuya botella esté más adelantada y siguiendo el orden marcado por las botellas, en esta fase, tendremos que pagar de las verduras que tenemos en nuestra reserva el número y tipo de verduras indicados en la mesa que tengamos delante de nuestra botella en el círculo de mesas que rodea el tablero central y avanzaremos a dicha mesa. Iremos haciendo esto consecutivamente hasta que no podamos pagar más.
Solo una vez por ronda, si no tenemos para pagar la mesa que tenemos delante nuestra, tendremos que recoger a nuestra reserva general lo que la mesa nos pide, y avanzaremos a dicha mesa. Esto es, por lo menos vamos siempre a avanzar una mesa por ronda. Esta acción se podrá realizar antes o después de haber avanzado en otras mesas pagando su coste, pero debe ser la primera o la última mesa a la que apliquemos esta bonificación.
Y podréis pensar… ¡qué tontería mas tonta! Pues os digo yo que esa “tontería tonta” tiene más enjundia de la que os podéis imaginar. Entre otras cosas, porque el último que llega a una mesa se pone el primero de esa mesa, y al final de la partida, gana el jugador más adelantado en las mesas. Y no será la primera vez que me han ganado en la misma mesa por estar delante mía.
Fase de recuperación

Ya lo que nos queda antes de pasar a la siguiente ronda es recoger a nuestros agricultores, pasar la carta de jugador inicial al jugador sentado a nuestra izquierda, avanzar el contador de ronda.
Final de la partida
Al final de la fase de recuperación de la séptima ronda, la partida finaliza. Gana el jugador que esté colocado en la mesa más avanzada. Si dos o más jugadores están colocados en la mesa más avanzada, gana el jugador que tenga la posición más adelantada en la mesa, es decir, el último que haya llegado.
Aspecto visual
¡Qué puedo decir después de que hayáis visto las fotos! El aspecto es precioso, muy muy cuidado y lleno de detalles. ¡Todo un espectáculo para los sentidos!
En ciertos foros se habla de sobreproducción: por ejemplo, se dice, se cuenta y se comenta que las losetas que marcan las rondas son innecesarias. Lo son. No es discutible. Con unas casillitas y un marcador de ronda, se marcarían de igual forma las rondas, aunque sería un poco complicado para seguir el modo historia… Y, además, ¡quedan tan monas esas losetitas!
El resultado en mesa es impresionante, la verdad. Yo ya conozco a un montón de gente que me lo ha pedido para jugar solo por verlo desplegado en mesa. ¡Es fantástico!
Experiencia personal

Reykholt es el típico juego que compras porque se te mete por los ojos y el autor te suena y es bonito y ya está, lo compras sin mirar mucho más.
He de reconocer que cuando me leí las instrucciones y me vi de qué iba el juego… pues me quedé un poco fría… ¡demasiado dinero para algo tan tan sencillo! Pero como ya me lo había comprado, y además era bonito, pues nos pusimos a echar alguna partida. Y el principio de la partida me afianzó en la primera impresión que me llevé: ¡vaya juego tonto y soso!
Pero bueno, ya habíamos empezado, así es que había que terminar… y sobre el tercer o cuarto turno me llegó la sorpresa: ¡la madre que parió al jueguecito! ¡Pues no que me he quedado atrancada y no soy capaz de avanzar casi nada y todo el mundo está pasando de largo y yo aquí, pasito a pasito, mesita a mesita, sin ser capaz de avanzar al menos dos o tres mesas!
No lo pasé bien, para qué engañarnos, fue una partida que comencé con espíritu de “voy sobrada” y acabé mordiendo el polvo. Pero eso me demostró que el juego merecía la pena, que no era tan simplón como yo pensaba y que, o te organizas bien desde los primeros turnos, o es difícil remontar a mitad de partida.

En las siguientes partidas, por supuesto, me puse las pilas desde el principio. Y esa es la pega que le veo para los peques más peques, y la explicación que yo le encuentro a que un juego tan simple en apariencia sea para mayores de 12 años: la planificación. Esas primeras rondas relajadas, en las que te puedes poner primero sin mucha complicación, en realidad son rondas preparatorias para la que se te avecina a partir de la mitad de la partida o un poco más. Y esa planificación a largo plazo es bastante difícil de conseguir para los peques.
Conclusión: un juego muy bonito, con planificación a medio/largo plazo, reglas sencillas, un modo historia muy interesante, y con mucha más chicha de lo que parece a la hora de ser jugado.
¿Qué podéis contarme vosotros? ¿Os gusta visualmente tanto como a mí el Reykholt? ¿Habéis sufrido frustración en vuestras primeras partidas? ¡Compartidlo con nosotros!