
Pues como habéis podido comprobar, llevo una racha curiosa de juegos que se pueden jugar en solitario, como este Welcome hacia el perfecto hogar. Por qué? Pues porque mis peques ya han crecido un poco, y aunque de vez en cuando no les importa echarse una partida conmigo, ya han entrado en la edad de jugar a ciertos productos de consola totalmente adictivos a su edad, como son el Roblox, el Fornite o el Minecraft.
¿Cual es la solución a esto? Pues saciar mis ganas de jugar entrando en el mundo de los juegos en solitario del que tanto he huido, mientras espero que mis peques vean la luz y vuelvan del lado oscuro de las consolas…
Lo bueno: poco a poco los veo más aburridos con las consolas.
Lo malo: me tengo que conformar con juegos en solitario.
Lo bueno de lo malo: he descubierto todo un mundo de juegos que desconocía totalmente y que, en alguno de los casos, me han sorprendido muy gratamente.
A veces son juegos que he tenido por mucho tiempo en la estantería, como este Welcome hacia el perfecto hogar, pero que siempre he sido reticente a jugar yo conmigo misma, y si lo he hecho ha sido simplemente por probarlo, pero con desgana.
Si queréis leer más a fondo sobre la ambientación del juego, cómo se prepara la partida, cómo se juego y cual es nuestra opinión en partidas multijugador, podéis hacer clic aquí para ver el artículo anterior.
Si preferís ver en vídeo todos los puntos anteriores, os dejo unos enlaces a nuestro canal de YouTube para que podáis acceder a los vídeos en los que os enseño cuáles son los componentes de la caja, cómo se prepara una partida, cómo se juega y me grabaré jugando una partida en solitario para que podáis ver en vivo el desarrollo de la misma.
Experiencia personal del modo solitario
A ver… lo he dicho varias veces en distintas entradas de este blog: no me entretienen mucho los juegos en solitario.
Para mí los juegos de mesa son un entretenimiento en grupo, porque para jugar en solitario ya tengo los videojuegos, con los que también disfruto mucho.
En este tiempo de “jugadora solitaria” en el que estoy inmersa he probado juegos en solitario con distintos objetivos de fin de partida. El objetivo del Welcome hacia el perfecto hogar en concreto es el de hacer puntos. Mientras más puntos hagas, mejor lo has hecho… ¡supérate a ti mismo!
Pues bien, debe ser que yo no tengo mucho afán de superación o que ya me siento muy bien conmigo misma, que este tipo de objetivos no me dan ningún aliciente: juego una partida, me divierto, pero no me quedo con ganas de más…
En cambio, el modo multijugador me encanta. Lo veo muy divertido, me río mucho con la gente y paso un buen rato.
¡Para gustos los colores!
¿Vosotros que tal lleváis lo de jugar en solitario? ¿Os gusta? ¿Os ha pasado como a mí en algún momento? ¡Contádmelo!