
Tras unos pocos años en barbecho, y dado que estoy en una etapa de “jugadora en solitario”, he decidido retomar el Pequeñas Grandes Galaxias, un juego de la serie de “Pequeños Grandes” que se me ha venido a la cabeza cuando he visto que había una campaña de Kickstarter en la que han reducido aún más su tamaño.
¿Más reducido? Pues sí, por lo que parece el nuevo formato es como el de una baraja de cartas, y además viene con alguna que otra expansión. El nuevo nombre es Ultra Tiny Epic Galaxies, o traducido al español sería algo así como Ultra Pequeñas Grandes Galaxias. Yo no voy a entrar en la campaña de mecenazgo porque solo está ahora mismo disponible en Inglés, y aunque el juego es sencillo y ya sabemos jugar, es cierto que todos los planetas (y las galaxias en modo solitario) tienen algo de texto que necesitaría tradumaquear al español, sobre todo para mis peques. Esto unido a que como sigan reduciendo el tamaño, el juego va a tener que jugarse con pinzas para no tirar nada cuando mueves lo más mínimo… pues no sé, creo que será mejor esperar a que lo editen en español, echarle un vistazo y entonces decidirme a comprarlo o no.
¡Vamos a ver el juego (en su tamaño original) con más detalle! ¡Os presento el Pequeñas Grandes Galaxias!
Ambientación
Nuestra galaxia, año estelar muy muy lejano en el futuro. Nos hemos expandido como civilización por toda nuestra galaxia y ya no cabemos. Necesitamos conquistar nuevos mundos para seguir avanzando. Tenemos la tecnología y los medios necesarios para llevar a cabo esta hazaña, así es que preparados, listos, ¡ya!
Pero ¿qué ven nuestros ojos? Otras civilizaciones han evolucionado al mismo ritmo que nosotros y se encuentran en la misma tesitura: expandirse o estancarse. Además, buscan planetas similares a los que nosotros buscamos para colonizar…
La guerra no es una opción en este grado de civilización (esto me mola mucho del juego, ¡una Scooby-galleta para ellos!). La rapidez sí lo es. La civilización que más rápido se expanda y avance tecnológicamente, logrará la victoria.
¡Rápido! ¡El tiempo no espera a nadie!
Componentes

Aunque veáis que el formato del juego es pequeño, los componentes son de tamaño normal. Lo que pasa es que se ha conseguido condensar toda la información necesaria para el juego en un espacio bastante reducido. Ésto no quita que el juego tenga escasez de información, todo lo contrario; es posible que cuando lo veamos por primera vez parezca que está todo sobrecargado de información, pero no, es justo la información necesaria para el desarrollo de una partida.
Los tableros de galaxias tienen toda la información de nuestra civilización, además de ser bonitos. Las cartas de planetas son totalmente funcionales, y están llenas de iconos que detallan todas sus funciones, además de un poco de texto en la parte inferior para explicar detalladamente la acción que se puede realizar con ellos.
Y los meeples, muy tematizados pero también de tamaño normal. Las naves me encantan, porque con la parte puntiaguda son geniales para ir orbitando alrededor de los planetas y señalar el punto exacto en el que nos encontramos en la órbita, y con la cola podemos poner el meeple de pie para posarnos sobre la superficie del planeta (o nuestra galaxia) y ocupar menos espacio.
Un acierto en los componentes.
Aquí os dejo el vídeo en el que abrimos la caja y os mostramos los componentes.
Puesta en escena

A ver, la puesta en escena no es complicada, pero requiere de una superficie estable y algo de pulso, por eso de que cada cosa tiene que ir exactamente en su lugar o nos perdemos.
Por una parte, tenemos los elementos generales a todos los jugadores:
- La tapa de la caja como recinto para tirar los datos al centro.
- La dársena de activación, al centro.
- Los siete dados de acción, junto a la dársena de activación.
- Se barajan las cartas de planeta y se deja el mazo al alcance de todos los jugadores. Se ponen bocarriba tantos planetas como jugadores haya más dos. En partidas de cinco jugadores, en las que siguiendo la regla anterior se colocarían siete planetas, solo se sacan seis planetas.
Y una vez que tenemos todo lo común colocado, vamos con lo particular de cada jugador:
- Cada jugador escoge un color y toma el tablero de la galaxia del color seleccionado. Lo coloca delante suya por la parte que NO está la galaxia rebelde: mirar esquina inferior derecha del tablero. Si pone “Galaxia Rebelde” es por la otra cara. El resto de tableros de galaxia que no se utilicen se devuelven a la caja.
- Coge todas las fichas del color de su imperio y las coloca en el tablero de su galaxia de la siguiente forma: 2 naves en el centro de su galaxia, la ficha de cultura en el 1 y la ficha de energía en el 2 sobre el marcador de recursos (semicírculo que rodea a la galaxia). El marcador de de imperio se coloca en la primera casilla de su contador. Las otras dos naves se colocan sobre los números 3 y 4 rodeados por un cuadrado del marcador de naves disponibles.
- Se reparten dos cartas de misión secreta a cada jugador. Los jugadores las miran, las evalúan y se quedan solo con una de las dos. Tanto las misiones descartadas como las no repartidas vuelven a la caja de juego, ya que no se utilizarán en el resto de la partida.
¡Y ya está todo listo para comenzar la partida! ¡Hasta el infinito y más allá!
¿Lo preferís ver en vivo? Aquí tenéis el vídeo de preparación de la partida, tanto para el modo en solitario como para el modo multijugador.
Mecánica del juego
Lo primero es determinar quién será el jugador inicial. Este es uno de los puntos que más expectación me causa en los juegos, ya que me divierto mucho leyendo las ocurrencias de los autores. Por desgracia, en este juego que tantas posibilidades tiene los autores se han limitado a decir que el jugador inicial será el más joven o el que se elija entre los participantes por cualquier método que ellos quieran… A ver, señor autor, ¡un poquito de imaginación! Puede ser aquel que haya mirado las estrellas más recientemente, aquel que haya estado más lejos del suelo, aquel que haya pisado la luna… ¡mira que hay posibilidades absurdas para que al final la gente seleccione el jugador inicial como le de la gana! Pero bueno, lo dejamos en el más joven.
Este jugador es importante que se recuerde, ya que cuando se desencadene el final de la partida, todos los jugadores deberán haber tenido el mismo número de turnos antes de que ésta finalice. El juego no trae ninguna marca o contador de “jugador inicial”, pero no está mal que nos fabriquemos uno para utilizarlo.
La partida se juega por turnos, comenzando por el jugador inicial y en el sentido de las agujas del reloj. Durará un número indeterminado de turnos, hasta que un jugador alcance 21 puntos o más. En ese momento, se finalizará la ronda actual (jugarán todas las personas hasta alcanzar al jugador inicial) y se contarán los puntos.
Una persona, en su turno, tendrá que seguir la siguiente secuencia de acciones:
- Tomar los dados que marca su tablero imperial y lanzarlos.
- Ir escogiendo dado a dado para realizar sus acciones correspondientes.
- Si ya ha usado todos sus dados, o no quiere usar más, dar por finalizado su turno.

Los valores que pueden salir en los dados, que son los que determinarán las acciones a realizar, son los siguientes:
La nave espacial
Permite a la persona mover una de sus naves. Los movimientos permitidos son:
- De su galaxia a cualquier órbita o superficie de planeta en los que no se tenga presencia (se puede tener presencia en la órbita y/o en la superficie, pero no dos veces en la superficie o dos veces en la órbita).
- De cualquier órbita o superficie de planeta a su galaxia.
- De una órbita o superficie planetaria a cualquier otro planeta (superficie u órbita) en la que no se tenga presencia.
No está permitido permanecer en el mismo planeta tras el movimiento de la nave.
El rayo de energía
Permite recolectar energía de los planetas en los que tengamos presencia y estén marcados con este símbolo en su parte superior derecha. Se aumentará el contador de energía de la galaxia del jugador tantas unidades como número naves tengamos en planetas que estén marcados y número de naves que tengamos en nuestra galaxia (también tiene el símbolo en la parte superior derecha de la galaxia).
La columna griega de la cultura
Es exactamente igual al rayo de energía, pero el símbolo que debemos buscar a nivel de planeta es la columna griega.
Nuestra galaxia no produce puntos de cultura.
La diplomacia
Permite avanzar una nave una posición en una órbita de tipo diplomacia de un planeta en la que esté colocada dicha nave.
La economía
Permite avanzar una nave una posición en una órbita de tipo economía de un planeta en la que esté colocada dicha nave.
Cuando una nave llega al final del contador de órbita, dicho planeta pasa a engrosar las filas de los planetas conquistados por el jugador propietario de la nave, que lo colocará en su zona de juego. Todas las naves que estuviesen en ese planeta vuelven a la galaxia de sus propietarios.
La terraformación
Cuando decidimos utilizar el dado con una especie de ciudad rodeada por una cúpula, hemos de pagar energía o cultura (no se pueden combinar entre sí) para avanzar nuestra civilización un nivel (y solo uno).
Este avance puede llegar a suponer un incremento en el número de dados a lanzar en el próximo turno o un incremento de naves en nuestra flota que podemos usar inmediatamente.
Además, el avanzar nuestra civilización nos otorga puntos de victoria, por lo que hemos de estar atentos por si al avanzar la civilización desencadenamos el final de la partida.
Final de la partida
Cuando una galaxia alcance 21 o más puntos se desencadena el final de la partida.
Antes de realizar el recuento de puntuación, se ha de finalizar la ronda actual.
Una vez que se haya terminado la ronda, los jugadores realizarán el recuento de puntos de sus planetas, sus galaxias y sus cartas de misión (en partidas multijugador). ¡El jugador que tenga más puntos se declarará galaxia vencedora!
Si os habéis sentido abrumados por todo esto… a lo mejor si os lo contamos en vídeo se os hace más fácil…
Aspecto visual

Visualmente lo considero una preciosidad. En un espacio muy pequeño han conseguido recoger una cantidad de información impresionante sin que sobre, falte o se vea abarrotado ninguno de los componentes que conforman el juego.
Los meeples además son adorables: esas navecitas son muy muy cuquis. Un poco inestables, pero es que con ese tamaño no se puede pedir más.
Experiencia personal
De todos los juegos de esta serie de “Pequeños Grandes…” creo que personalmente es el que me ha gustado. ¿Por qué? Principalmente creo que es el más rejugable de todos ellos. Tanto en partidas en solitario como en partidas multijugador, ofrece tal variedad de planetas aleatorios que hace que ninguna partida sea igual a la anterior.
Es cierto que a base de jugar partidas te puedes montar una estrategia más o menos ganadora, pero como también tienes el reto del azar que dan los dados, siempre te tienes que ir adaptando tanto a los resultados de los dados como a la situación actual del universo que se plantea en cada una de las partidas.
Conclusión: una pequeña caja con un gran juego dentro. Muy recomendable.
Por último, os dejo un par de vídeos de partidas en solitario que he jugado. ¿Por qué dos? Para que podáis comparar la diferencia de dificultad entre las diferentes galaxias con IA que ofrece el juego. Del 1 al 5, siendo el 1 el más fácil y el 5 el más difícil, el primer vídeo se desarrolla contra la galaxia rebelde de nivel 2 (fácil), mientras que el último lo juego contra la galaxia rebelde de nivel 5 (épica). ¡El desarrollo de la partida no puede ser más diferente!
¡Hasta luego, gente!