
La otra tarde fuimos a jugar una partida rapidita a algún juego con los compañeros de la asociación Queremos Jugar. La cosa es que no teníamos demasiado tiempo, unos cuarenta minutos como mucho, y nos ofrecieron unirnos a una partida a un juego llamado La caída de Pompeya que estaba a punto de empezar, y por supuesto ¡aceptamos!
La caída de Pompeya es un juego basado en el cinematográfico final de esta ciudad, en la que todos su habitantes tuvieron que intentar escapar de la erupción del volcán, y unos lo consiguieron y otros no. El juego tiene dos partes bien diferenciadas: una primera parte en la que se van colocando habitantes en cada uno de los edificios disponibles en el juego (llega un momento que incluso podremos colocar más de un habitante en cada turno si tenemos vista de cómo colocarlos), y una segunda parte en la que el volcán entra en erupción y tenemos que tratar de sacar el mayor número de habitantes que nos sea posible de la ciudad; por supuesto en esta gran huida tenemos la oportunidad, y debemos aprovecharla, de tratar de fastidiar el mayor número de ciudadanos del resto de colores, ya que la partida la gana el jugador que haya sacado más habitantes de la ciudad cuando ya no se pueden sacar a más habitantes.

Hasta que explota el volcán, la verdad es que es un juego normal en el que cada uno va colocando sus habitantes como mejor le va pareciendo y poco más. Ahora bien, una vez que el volcán explota, la cosa cambia radicalmente y comienzas no sólo a pensar en cómo sacar a tus habitantes de la ciudad, sino a cómo sacarlos sin beneficiar al resto de jugadores y a cómo encerrar o achicharrar con los ríos de lava el mayor número de ciudadanos de otros jugadores. ¡En este caso la venganza se sirve en caliente! (Risa perversa).

La partida que jugamos duró como mucho unos 20 minutos. Nos comentaron el resto de jugadores que hay partidas más largas, ya que la explosión del volcán se produce en los quince últimos turnos, y a nosotros nos salió en los primeros de esos quince. Fue una partida muy divertida y… ¡ganamos! (mi hija y yo hacíamos pareja porque solo había sitio para un jugador más), por los pelos, todo hay que decirlo, pero ganamos.
Considero que es un juego bastante bueno para echar una partida de vez en cuando, y sobre todo con gente a la que no le guste mucho eso de estrujarse el coco, porque aunque la estrategia es importante, no tiene una carga significativa como para resultar pesada a aquellos que no les guste.

Por otra parte, el tablero es bonito, las cartas también son bonitas, y los ciudadanos (al menos en la edición que nosotros jugamos, que desconozco si hay más versiones por ahí) son hexágonos de madera… aquí tengo que decir que me gustaría más que fuesen meeples, así como con togas romanas… ¡que alucine!, pero supongo que eso entrará en aquellos a los que les guste personalizar los juegos… ains! Bueno, en líneas generales, el aspecto me gustó y creo que sería una adquisición estupenda para nuestra ludoteca!
¿Vosotros tenéis La caída de Pompeya? Si lo tenéis supongo que habréis jugado… ¿qué os ha parecido? Y a los que no lo tenéis… ¿Lo habéis probado? Y si no lo habéis probado… ¿os gustaría probarlo? Creo que voy a intentar hacer un bloque de encuestas para el final de los post… pero hasta entonces, ¡dejad vuestros comentarios!
A mi me gustaría tenerlo, pero¿ qué tal resultaría a 2 jugadores y uno de ellos de 7 años?
Gracias
Las reglas son sencillas, y ellos pueden jugar sin más problema.
Lo único es que la estrategia que van a seguir en las primeras partidas no va a ser muy elaborada. Aprenden rápido eso sí, y ¡la lava la colocan como nadie para chamuscar al resto de contrincantes!
Al cabo de 3 o 4 partidas te costará trabajo ganarle, no lo dudes.