
El último juego que ha caído en nuestras manos es el Galaxy Trucker. Se trata de un juego de construcción de naves espaciales y viajes interesterales en los que tomamos el papel de comerciantes emprendedores que montamos un negocio de transporte de mercancías de una parte a otra de la galaxia intentando construir una nave a partir de piezas de desguace que pueda llevar lo que encontremos de un lado a otro de la galaxia. Dicho así suena interesante, ¿verdad?, pues a mis hijos les resultó interesantísimo, y no han parado hasta que hemos conseguido traerlo a casa para poder jugar.

El Galaxy Trucker consta de dos fases que se repiten tres veces: en la primera fase tenemos que construir la nave de nuestros sueños (o la que nos de tiempo, que es lo más probable), y en la segunda fase tenemos que poner nuestra nave en el espacio para tratar de cargar mercancías y venderlas en el destino, enfrentándonos a meteoritos, piratas y demás peligros que nos podemos encontrar en la galaxia. Cuando lleguemos a nuestro destino, nos darán monedas por el lugar en el que hemos llegado, por las mercancías que hayamos sido capaces de transportar y por el estado de la nave a su llegada: a más destrozo, menos puntos. Además, se nos penalizará por las partes de la nave que hayamos perdido por el camino. En la segunda repetición, tenemos capacidad para construir una nave más grande, y los peligros a los que nos enfrentaremos serán más duros y difíciles de superar. En la tercera repetición tenemos un pedazo de espacio para construir nuestra nave, y lo que nos puede pasar en el viaje es bestial!

Tras la construcción de cada una de nuestras naves viene una pequeña parte de “revisión” por parte del resto de jugadores de que lo has hecho bien, es decir, que has construido la nave cumpliendo las normas de construcción que se nos imponen. Esta fase también puede ser de lo más “fatal” para algunos jugadores, que al haber incumplido el reglamento sin darse cuenta, acaban con menos de la mitad de la nave que habían proyectado en su momento: la sección o secciones de nave mal conectadas se pierden por completo antes de salir al espacio. Ciertamente muy frustrante.

Esta misma frustración se puede repetir durante el viaje espacial, cuando al enfrentarnos8, por ejemplo, a una lluvia de meteoritos, el puñetero meteorito impacta justo en la zona de unión vital de los componentes de nuestra nave y no lo podemos esquivar y nos cargamos, de un solo golpe, casi toda nuestra nave, perdiendo carga, motores, tripulantes… en esos caso, y ante el regocijo de nuestros contrincantes, solo nos queda llegar a nuestro destino intentando perder no mucho más…

La puesta en escena del Galaxy Trucker es un poco tediosa, sobre todo si no tenemos mucho espacio para jugar (la mesa de mi comedor no da para mucho más…). Cada vez que tenemos que montar nuestra nave, hay que colocar las piezas disponibles en el centro de la mesa bocabajo, por lo que hay que hacerlo un total de tres veces por partida. Una vez montada la nave, hay que recoger las piezas de chatarra no utilizadas y repartir tanto los tripulantes como las baterías de la nave en función de las piezas que hayamos colocado, y con las baterías hay que tener mucho cuidado, porque son muy pequeñas y parece que tienen vida propia, porque no paran de caerse al suelo! Estos entretiempos son algo largos, sobre todo para mis peques, que no es que no colaboren, es que empiezan con el “otra vez a montarlo todo!”

La mecánica del juego es diferente a lo que he conocido hasta la fecha. La competencia por los componentes de la nave no empieza a notarse hasta la última de las naves, que tiene mucho espacio disponible para construir y las piezas se acaban. También es cierto que en función del número de jugadores, la competencia puede ser casi nula (2 jugadores) o encarnizada (con 4 jugadores). En líneas generales, me parece muy divertido lo de colocar las piezas y dejar bocarriba las que no se quieren utilizar en ese momento… porque cuando sabes que la pieza te encajaría a la perfección en un sitio, lo más probable es que alguien la haya cogido ya. Te acabas agobiando, desesperando y riéndote cuando levantas la cabeza y ves que el resto de jugadores está exactamente igual que tú. El viaje espacial también puede resultar muy divertido, sobre todo si a alguien (que no seas tú, por supuesto!) se le empieza a desmontar la nave… Esto a los peques no les resulta divertido en carnes propias, y les cuesta reírse de su propia desgracia, pero cuando le pasa a alguien más, ya todo son risas.

El aspecto visual es coherente con el tema. Los componentes de las naves son bonitos y de colores llamativos y las cartas son bastante ilustrativas para poder ser independientes del idioma. En relación al resto de componentes, los meeples de los astronautas son adorables. Los alienígenas no me gustan tanto, pero es una opinión personal, porque a mis hijos les encantan. Y las baterías de las naves… que no sabes si son caramelitos de menta… eso sí que es un peligro! Tan pequeñitas, tan redonditas, tan monas, que hay que tener un cuidado tremendo con ellas; mis peques, afortunadamente, ya han dejado de metérselo todo en la boca, pero es que las baterías parece que tienen vida propia y se mueven sólo con mirarlas! Muuuucho cuidado hay que tener con ellas para que no se caigan al suelo!

Las partidas de Galaxy Trucker que hemos jugado han sido muy divertidas, aunque se nos hacen un poco largas y a veces no hemos pasado de la segunda nave porque sencillamente hemos dimensionado mal el rato que teníamos para jugar y no nos ha dado tiempo. Aquellas que hemos llegado a terminar han sido fantásticas.
Una de las pegas que se le ha puesto en mi casa es que, después de todo el estrés y sufrimiento que se pasa para construir la nave, solamente se saquen ocho cartas de vuelo, que como que se hace corto. Por eso, como realmente nos da igual quién obtenga más dinero en eso de los viajes espaciales, hemos inventado una variante del juego en la que se van sacando todas las cartas del mazo y gana la ronda aquel cuya nave quede viva! Es realmente divertido ver como, a veces, solamente queda la parte de la nave de soporte vital (que como yo digo, eso ni es nave ni ná! Eso es un módulo de salvamento como mucho), y gracias a eso se gana la partida.

He encontrado una versión del Galaxy Trucker para Android y para iphone. Tiene un modo campaña y otro multijugador (en el que hay que registrarse). Yo estoy jugando en el modo campaña, y se asemeja mucho al juego original, con la única pega de que te indican dónde puedes o no poner cada una de las piezas de la nave. Esto le quita la gracia al desaguisado que se monta cuando das tu nave por terminada y se te va la mitad por un contacto mal puesto del que no te habías dado cuenta… pero en lo demás, cada misión es exacta en normas al juego de mesa. De todas formas, yo disfruto más de las partidas sobre tablero, me dejan siempre mejor sabor de boca que hacerlo a través de dispositivos electrónicos.
¿Os ha gustado el Galaxy Trucker? ¿Habéis probado otros similares? Contadnoslo!
Fotos del Galaxy Trucker
Id dejando por aquí fotos de vuestras naves… o de vuestros módulos de supervivencia! 😀
1 comentario en «Galaxy Trucker. 4 jugadores. 7 y 10 años.»