Este fin de semana hemos estado disfrutando en el IX Festival Internacional de Juegos de Córdoba, y entre otras muchas cosas, hemos tenido la oportunidad de probar un prototipo: Walking on the moon.

En este juego, somos unos astronautas que representamos a una potencia mundial (a mí me tocó el representante de Europa). Nuestro objetivo es dar una vuelta completa a la luna a base de ir dando saltitos, porque como todo el mundo sabe, en la luna no se anda, sino que se van dando saltitos.

¿Cómo conseguimos ir avanzando? Pues gracias a las tiradas de dados. Existen tres tipos de dados diferentes: uno para avanzar en horizontal, otro para ascender y otro para bajar. Combinando tres tiradas por turno de estos dados, iremos sorteando los cráteres lunares… o al menos lo intentaremos! En cada turno, tendremos que programar qué tipo de dados vamos a tirar, agrupándolos en tres acciones diferentes, intentado “adivinar” cómo iremos avanzando.
Es posible que una de nuestras acciones programadas no salgan tal y como esperábamos y suframos un porrazo contra un cráter o contra el suelo (a quién se le ocurre intentar bajar cuando ya estamos en el nivel más bajo… no voy a dar pistas…). En ese caso perderemos la mitad de nuestros puntos de victoria y un turno de juego. ¿Demasiado cruel? No creáis… al final todo astronauta que se precie se acaba chocando unas cuantas veces.

Para añadir más elementos inesperados en esta carrera alrededor de la luna, en Walking on the moon cada uno de los jugadores tendrá una carta en su mano que podrá utilizar al final de todos los turnos. Si se gasta la carta, se roba otra. Si se quiere cambiar porque no nos interesa, también se puede cambiar al final del turno. Estas cartas ofrecen acciones ventajosas, como avanzar una casilla o hacerte con algún punto de victoria, pero también las hay para “fastidiar” a los contrincantes, y esas son las que más les gustan a mis peques… ¡cuanta maldad!
No os puedo hablar de la puesta en escena de Walking on the moon, ya que como fue el propio creador del juego el que nos lo presentó, lo tenía todo preparado y colocado encima de la mesa, pero por la diversidad de piezas que posee el juego, pienso que no debe ser muy complicada siempre que…. ¡exacto! siempre que seamos un poco organizados a la hora de guardar nuestro juego.
La mecánica del juego no demasiado complicada. Al tener que programar las acciones a realizar, puede ser un poco engorroso para los más peques, sobre todo si rebosan optimismo como el mío. Se programaba pensando que siempre iba a obtener el mejor resultado posible… cuando acertaba era un pelotazo, eso sí. Dejando a un lado el optimismo de cada uno, el desarrollo del juego es divertido y frustrante al mismo tiempo: te diviertes cuando más se frustran los demás (añadir aquí risa malvada).

El aspecto visual está muy conseguido. Todos los componentes del juego son dibujados, lo que le da un aspecto desenfadado al conjunto que ayuda a que la frustración y la maldad asociadas al juego sean más llevaderas.
En la partida que jugamos, al final ganó el más peque de mis peques, con un poquito de ayuda, eso si, puesto que como he comentado antes, era demasiado optimista a la hora de programar sus turnos. El turno en el que ganó, apostó por el optimismo y le salió bordado, y nos quedamos todos con la boca abierta! Suerte que tiene el muchacho!
La sorpresa que nos llevamos no acabó ahí, sino que al finalizar la partida, el autor del juego le dio la vuelta al tablero y apareció otro juego: March on Mars. Por lo que nos explicó, es un juego competitivo que se juega con las mismas fichas, pero con reglas totalmente distintas. Además es un poco más difícil de jugar, por lo que optamos por dejar esa partida para cuando nos llegue a casa! ¿Quién se puede resistir a un dos por uno?
No quiero terminar esta entrada sin mencionar al autor del juego, César Gómez Bernardino, el cual me pareció una persona encantadora, con una ilusión increíble en este proyecto. Además, se pegó un curro enorme en las jornadas. Muchas gracias por tenernos paciencia y un beso de parte de mi peque, que le caíste muy muy bien!
Nuestra recomendación es que apoyéis esta campaña en Verkami, porque el juego es realmente entretenido y merece la pena jugarlo. Aquí os dejo el enlace a la campaña del juego.
¿Habéis apoyado ya este juego? ¿Lo habéis probado? Dejad vuestros comentarios!
Fotos de Walking on the moon
Dejad fotos de vuestras partidas!!
Las maldades son siempre las preferidas de los peques jajaja tiene que estar divertido!