
Hace ya varios meses recibimos en casa el Dice Drivin, por el que habíamos apostado en Kickstarter, y tenía muchas ganas de enseñárselo a mis peques. Pero entre los inicios de curso, reuniones de padres interminables en el colegio, en las extraescolares, en los comedores, en las aulas matinales… ¡Ains, me canso solo de recordarlo!
Afortunadamente, todo eso ya pasó y por fin hemos conseguido acostumbrarnos a los horarios de este nuevo curso y hemos podido reservar alguna que otra tarde parar retomar nuestras buenas y antiguas costumbres: los juegos de mesa.
Volviendo al Dice Drivin… ¿Por qué me gustó? Pues porque el aspecto del juego era como los juegos de coches de máquinas recreativas de hace muchos años, y será eso de que uno se va haciendo mayor y siente morriña por las cosas de cuando era pequeño. También la temática del juego me llamaba mucho la atención. ¿Será posible conseguir emular una carrera de coches en la que la estrategia esté contemplada y no sea únicamente cuestión de conseguir puntuación en los dados? Pues sí, se puede.
En Dice Drivin nos ponemos al volante de un coche para echar una carrera con hasta tres rivales más, en la que nos podemos encontrar con todo tipo de encontronazos en el camino. Se avanza en función de los resultados obtenidos en consecutivas tiradas de dados, y a elección de los jugadores, se pueden sacrificar tiradas para reparar las distintas características de nuestro coche. La colocación del tablero es aleatoria, por lo que cada partida es totalmente distinta de la anterior.

La puesta en escena de Dice Drivin es muy sencilla, siempre que se hayan guardado de forma separada las múltiples piezas que existen en el juego. Como son tokens muy pequeños y se incluyen varias modalidades de juego, hay infinidad de fichas que tienen que ser separadas al comienzo de cada partida en caso de que no se hayan guardado por separado. Como el juego es en formato pequeño, las fichas son muy muy pequeñas… ¿conocéis las monedas de céntimo, esas que siempre están rellenando el monedero pero que nunca se usan para nada? Pues haceros la idea de ese tamaño como máximo!
La mecánica del juego se basa en tiradas de dados. Eso sí, en el juego hay un total de 8 dados (tres de potencia, tres de giros y dos de nitro), de los cuales en cada tirada solamente podremos utilizar los indicados en nuestro coche (de 4 a 6, o los que nos hayan quedado después de sufrir accidentes durante la carrera). Por este motivo, además de la suerte, la estrategia influye en gran medida a la hora de ir avanzando en la partida. Ojo, no es cuestión de comerse la cabeza, sino de decidir si queremos o no arriesgar en cada una de nuestras tiradas.

Además de la modalidad de carrera, que es la que hemos probado en casa, se incluyen otras formas de juego, como son la carrera contrarreloj, en la que nuestro coche se irá deteriorando a medida que avanza la carrera y la persecución, en la que seremos perseguidos por un coche de la policía (en este modo pueden jugar hasta 5 jugadores). También podremos jugar con coches especiales, como el coche fantástico, la furgoneta del Equipo A o el Delorian de Regreso al Futuro.

El aspecto visual como he comentado anteriormente, es muy curioso. Se intenta emular el aspecto de ese mismo tipo de juegos en las máquinas recreativas, por lo que los gráficos de las distintas piezas de la pista parecen estar pixelados. Como curiosidad, si observamos con detenimiento algunas de las cartas de pista, podremos observar en algunas de ellas detalles curiosos, como el toro de Osborne, o la niña de la curva, o la guardia civil. También los autores han explicado en algunos de sus vídeos de promoción del juego, que hay cartas que han hecho algunas asociaciones amigas y aparecen en dichas cartas miembros y símbolos de dichas asociaciones.

El conjunto está muy bien conseguido. La caja es aproximadamente del tamaño de una cuartilla, por lo que resulta muy fácil de transportar a cualquier parte; además, Dice Drivin no necesita mucho espacio para ser jugado, así es que es muy cómodo de llevar a cualquier parte para disfrutar de una partida.

A mis peques les llamó la atención en cuanto le quitamos el envoltorio al paquete. Durante la partida, los mosqueos llegan a ser de lo más grande, tanto contra el resto de adversarios como contra el destino: porque los dados no sacan los resultados esperados, porque en un adelantamiento peligroso te chocan y te rompen el coche, porque se ponen delante tuya para bloquearte el paso… mil y una historias que pueden llegar a suceder a lo largo de una carrera. Pero el resultado siempre es una partida muy divertida en la que los mosqueos se pasan enseguida cuando la “desgracia” acaece sobre otro jugador. A mi peque más peque le encanta y siempre está pidiendo una partida tras otra.
Por mi parte, lo veo un juego sencillo, divertido y que llama mucho la atención a todo el mundo, incluso aquellos que no son demasiado jugones. Por parte de mis peques, es un juego divertido y rápido (no más de media hora), al que se puede jugar en un pequeño rato libre que se tenga antes de cualquier otra obligación, ¡como la de irse a la cama!
¿Qué os parece el tema? ¿También os viciasteis a algún juego de carreras de máquina recreativa? Dejadnos vuestros comentarios!
Fotos de Dice Drivin
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1 comentario en «Dice Drivin. 7 y 10 años. 4 jugadores.»