
Zooloretto es un descubrimiento que realizamos hace tiempo cuando me uní a una partida que, a priori, me parecía aburrida, aunque luego me resultó bastante entretenida.
En Zooloretto asumimos el papel de directores de una especie de reserva natural en la que introduciremos, como máximo, cuatro especies distintas de animales. Somos los responsables de adquirirlos y organizarlos en unos terrenos vallados que disponemos. También podremos colocar distintos puestecillos de comida y bebida para los visitantes de la reserva. Para ello, los jugadores pueden realizar tres acciones en su turno:
Obtener una ficha de animal, puestecillo o dinero “a ciegas” (sacándola de una bolsa opaca) y cargarla en el camión.
Coger un camión para obtener su carga, e incorporarla a nuestra reserva.
Realizar acciones monetarias: estas acciones pueden ser desde comprar animales a otros jugadores, hasta ampliar nuestra reserva, pasando por descartar animales innecesarios o trasladarlos de lugar.

Al final de la partida, se puntúan en positivo aquellas instalaciones llenas o casi llenas de animales (si faltan más de dos animales para completar la instalación no putúa), aquellos puestecillos que hayamos conseguido y las monedas que tengas. Se puntúa en negativo todos aquellos elementos que no hayamos podido colocar en ningún lugar.
La puesta en escena de Zooloretto no es en exceso complicada. Solo hay que repartir tableros y poco más. Cuando el número de jugadores es inferior a los 5 permitidos por el juego, hay que eliminar alguna especie que otra de la bolsa. Esto puede hacerse de dos formas: o buscas y rebuscas en la bolsa hasta encontrar todas las fichas de las especies a eliminar de la partida, o cuando salga la especie en concreto, la descartas. Personalmente, veo más práctica la segunda opción y es la que menos tiempo de preparación lleva. La única pega es que en las 15 fichas de fin de partida toque alguna con esa especie, pero para nosotros es algo asumible.
La mecánica del juego es sencilla. Solo tienes tres tipos de acciones disponibles, así es que no hay mucha variedad. Eso sí, la victoria depende mucho de la secuencia de acciones que ejecutes en un momento dado. Yo subestimé el juego al principio… y así me fué, perdiendo estrepitosamente la partida…

El aspecto visual es encantador. Las ilustraciones son muy bonitas y las ilustraciones y colorido son llamativas para cualquier jugador, sea cual sea su edad. Creo que es uno de los diseños más acertados con los que me he encontrado en un juego con un tema tan concreto.
Como he comentado anteriormente, el juego es bastante sesudo. Quien cometa el error de subestimarlo al principio se arriesga a no obtener casi puntos. Aunque el azar está presente, una buena gestión de las decisiones es la que nos lleva a conseguir puntos al final de la partida.

Aunque la edad recomendada para el juego es mayores de 8 años, las reglas son fáciles de entender por niños más pequeños. Lo que les va a perder es la estrategia, ya que ellos se centran más en conseguir sus especies favoritas, dejando a un lado el resto de elementos decisivos. Pero como la finalidad es pasar un buen rato, no pasa nada! Poco a poco podréis comprobar cómo van mejorando en estrategia a base de imitar el comportamiento de los otros jugadores.
Yo comencé muy bien la partida, todo muy organizado y los animales correctos, pero me centré en la obtención de especies, dejando a un lado el aspecto económico y eso fue mi perdición. Al final acabé la última con 11 míseros puntos frente a los 27 del ganador de la partida.
Resumiendo: juego muy recomendable para jugar en familia y muy atractivo para todas las edades.
¿Vosotros habéis probado el Zooloretto? ¿Qué os ha parecido? Comentadlo con nosotros!
Nota: las imágenes han sido obtenidas de la BGG, ya que durante la partida no me dio por hacer ninguna foto, gran error por mi parte!
Yo he jugado a este juego y es chulísimo me encantó le doy cinco estrellas