
Hace unas semanas, un amigo nos prestó uno de sus juegos, que no suelen ser demasiado comerciales, pensando nos podría gustar: Stellium. Parece que cada vez nos vamos topando más con juegos cuya temática es el espacio, como el Cosmogénesis o el Gaia Project, y es un género al que no le hago asquitos.
En este caso la temática va de formar galaxias con ciertas características concretas que nos van a ir sumando puntos.
Un Stellium, que viene del latín Satelletium que a su vez significa algo así como objeto natural que gira en torno a un planeta, es un cúmulo de planetas, una convergencia de al menos cuatro planetas en el mismo signo de nacimiento en el mismo momento en que la persona viene al mundo. Dentro de la Astrología, los planetas que forman el stellium actúan como una unidad, dándole un énfasis extraordinario al signo y/o casa en el que están emplazados. Si os gusta la astrología y queréis ampliar la información, os dejo aquí un enlace en el que se describe ampliamente este tema.
Ambientación del juego

En Stellium somos los arquitectos del universo justo después de su creación. Tendremos que ir colocando los objetos celestes que consigamos en las ubicaciones disponibles intentando seguir unos patrones predefinidos o “contratos”.
Cada cuerpo celeste que coloquemos tienen unas características distintas, tanto en forma como en comportamiento, que modificarán la disposición del universo en el momento de su colocación, transformando la situación de uno o varios de los objetos que lo rodean.
Puesta en escena.

Pues es bastante sencilla y rápida. Hay que encajar las piezas del tablero para que conformen el universo en el que vamos a trabajar, colocándolas de manera aleatoria. Luego tendremos que colocar un objeto celeste distinto en cada una de las cuatro posiciones marcadas en cada galaxia como iniciales. Esas posiciones iniciales vienen señaladas con una marca alrededor.
Por último, se descubren seis, siete u ocho contratos (dependiendo del número de jugadores) sobre la mesa.
¡Fin de la preparación!
La primera vez que se juega es bastante divertido intentar hacer la preparación de los objetos celestes en cada una de las galaxias sin mirar dentro de la bolsa. Como cada cuerpo celeste tiene una rugosidad distinta, está bien intentarlos sacar adivinando lo que se está cogiendo, ya que esto servirá de preparación para el desarrollo de la la partida.
Bueno, se me ha olvidado comentar que cada jugador recibe una ficha de arquitecto y cuatro comodines, cada uno de un color, que podrá usar solo una vez a lo largo de la partida.
Y ahora sí que sí que está todo listo para jugar.
Mecánica del Stellium

Una vez que se ha seleccionado el jugador inicial, la partida discurre en turnos de acciones para los jugadores hasta que se de la condición de fin de juego, que no es otra que el que uno de los jugadores consiga realizar contratos por una puntuación superior a 15 puntos.
En cada uno de sus turnos, un jugador debe extraer obligatoriamente un cuerpo celeste de la bolsa. Para ello cuenta con cinco segundos. ¿Que por qué hay tiempo? Pues porque cada uno de ellos tiene una rugosidad diferente, y como los objetivos vienen determinados por la colocación de ciertos cuerpos celestes, nos podemos eternizar palpando y palpando dentro de la bolsa hasta conseguir el astro que queremos. En nuestro caso, para evitar estar todo el tiempo con el cronómetro del móvil puesto, nos dedicamos a contar Misisipis. Si al cabo de cinco misisipis no has sacado nada de la bolsa, pierdes tu turno. Una vez obtenido el cuerpo celeste de la bolsa, se ha de colocar en el tablero y aplicar el efecto colateral que tiene. Nota: se supone que la palabra Misisipi tarda exactamente un segundo en ser pronunciada, de ahí este mecanismo.
Los cuerpos celestes y sus efectos son los siguientes:
- Planeta: de color verde liso liso liso y suave al tacto. Cuando lo colocas en un espacio vacío, intercambias la posición de dos cuerpos adyacentes. No puedes intercambiarlo a él.
- Cometa: de color azul y un poco rasposillo al tacto. Al colocarlo en un espacio ya ocupado, empuja hacia la dirección que el jugador quiera la fila de cuerpos celeste existente en esa dirección. Si el último de ellos abandona el tablero, se vuelve a meter en la bolsa.
- Supernova: de color rosa opaca y al tacto resulta lisa pero con pequeñas imperfecciones. Al colocarla en un espacio vacío, uno de los cuerpos celestes que tiene alrededor es desplazado hacia el agujero negro más cercano a él.
- Estrella: de color amarillo y muy muy rugosa al tacto. También se ha de colocar en un espacio vacío, y al hacerlo, se ha de girar la galaxia en la que ha sido colocada. El giro puede ser lo pequeño o grande que se quiera, siempre que la posición resultante esté alineada con el resto de galaxias y no sea igual a la posición inicial.

En su turno, un jugador también puede realizar una acción opcional, y solo una. Las acciones opcionales que hay son:
- Cumplir uno o varios contratos: el jugador desvela uno de los contratos que tiene en su mano, cuyo patrón ha conseguido cumplir en el universo. Justo después, ha de retirar del tablero todos los cuerpos con los que ha cumplido el objetivo menos uno de ellos a su elección. Este punto es un poco delicado, ya que algunas veces un conjunto de cuerpos celestes te ayudan a cumplir más de un contrato al mismo tiempo, así es que como tienes que quitarlos del tablero, al final solo consigues cumplir un contrato.
- Robar un nuevo contrato: teniendo en cuenta de que solamente se pueden tener tres contratos en la mano, el jugado puede tomar de los contratos disponibles uno nuevo, y en el caso de que supere los tres en su mano, descartarse de uno de ellos.
Los comodines repartidos al comienzo de la partida permiten utilizar un cuerpo celeste como si fuese del color de la ficha del comodín. Una vez que el comodín ha sido utilizado, se destierra de la partida.

Cuando un jugador consigue cumplir un contrato, se ha de comprobar si la puntuación obtenida por ese jugador supera los 20, 25 o 30 puntos, en función del número de jugadores. En caso afirmativo, se permite que los jugadores que quedan hasta el jugador inicial efectúen un turno. En caso contrario es el turno del siguiente arquitecto, siguiendo el sentido de las agujas del reloj.
El jugador vencedor será el que más puntos de contratos tenga, y en caso de empate, aquel que desencadenó el final de la partida.
Es posible que la partida finalice porque se ha acabado el mazo de contratos. En ese caso, se juega un último turno por cada jugador y la partida finaliza. A nosotros este tipo de finalización no nos gusta, así es que, aunque no se pueda hacer, barajamos de nuevo los contratos descartados y continuamos la partida hasta que alguien consiga los puntos requeridos.
Aspecto visual

El Stellium no es un juego que tenga unas características de diseño visuales destacables, ya que la temática y disposición del juego no da para más, pero es cierto que una vez que se monta y se colocan los componentes, el juego queda precioso en mesa.
Como los cuerpos celestes son en su mayoría trasparentes o semi-transparentes, probamos a iluminar el tablero con la luz del móvil desde diversos ángulos, apagando la luz de la habitación, y el efecto de luces y sombras quedó precioso.
Ya sé que a oscuras es un juego que no se puede jugar, pero no descarto que a la luz de unas velas, sin demasiada iluminación por bombilla clásica, el resultado del tablero puede ser alucinante.
También comentar que el inserto que viene en la caja es estupendo para el juego. Es algo que se agradece mucho al fabricante, la verdad, y en este caso, además, es hasta bonito.
Experiencia personal

Pues en nuestra casa el Stellium ha gustado mucho. Desde mi punto de vista no lo veo un juego especialmente profundo, en el que tengas que tener una estrategia que te permita ganar y te tengas que devanar los sesos para ver cual es la mejor de tus opciones. Pienso que es un juego que, por lo cambiante del tablero, te tienes que ir adaptando de la mejor forma posible a la consecución de tus objetivos. Quizás también es bueno tener un poco de vista para evitar que los demás se hagan con sus objetivos y así matas dos pájaros de un tiro.
A mi peque mayor esto le descuadra un poco, ya que es una persona que, en los euros, tiene preparadas como tres o cuatro jugadas por delante de lo que el resto de la humanidad tiene planeado. Aquí se le hace bastante difícil esa organización.
Terminando

Stellium es un juego visualmente muy bonito, en el que no tienes posibilidad de planificación a largo plazo por lo cambiante del tablero. Como su duración no es excesivamente larga, cuando acabas una partida te apetece echarte otra, e incluso una tercera si todavía queda tiempo.
Lo de que los cuerpos celestes tengan distintas rugosidades y con el tacto intentes decidir cuál sacas de la bolsa le da un punto de originalidad que también lo hace muy divertido. ¡Y eso de contar missisipis a mis peques les ha encantado!
Una muy buena sensación, sí señor.
¿Alguno había oído hablar del Stellium? ¿Conocéis algún otro juego en el que el tacto tenga un papel bastante decisivo a la hora de conseguir los objetivos? ¿Os parece una idea atractiva? ¿Tenéis alguna alternativa en español a la cuenta de Misisipis? ¡Compartidlo con nosotros!